Buscando una terapia para complementar y ponteciar aún más mis tratamientos de cabina, todas las señales me mostraban el camino hacia la maderoterapia.
La maderoterapia, puede definirse como la terapia que utiliza elementos hechos de maderas nobles y que por su contacto con la piel en distintas intensidades y formas que se adaptan a las curvas del cuerpo, creando distintas respuestas positivas en él, como la recuperación de su forma natural, ayudando a reafirmar, remodelar, tonificar y reducir depósitos de exceso de grasa.
La maderoterapia es una terapia alternativa y natural que nace en las culturas orientales, en esta cultura se trabaja con los cinco elementos: fuego, tierra, metal, agua y madera. La madera simboliza la fuerza primaria de crecer y vivir y, además, los chamanes consideran que un árbol aporta tal nivel de energía y equilibrio en los chakras capaz de hacer que se estructuren tanto cuerpo como mente. De esta manera se mejora tanto el aspecto físico y emocional.
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Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Berkeley y de la Clínica de Salud del Valle Salinas ha demostrado que, parar de utilizar productos cosméticos como el champú y el maquillaje, incluso si es por un corto período de tiempo, reduce los niveles de sustancias químicas presentes en el cuerpo.
Las sustancias químicas tóxicas como los ftalatos, los parabenos, el triclosán, y la oxibenzona, presentes en la mayoría de cosméticos como jabón, cremas, champú, acondicionadores y otros productos para el cabello, interfieren con el sistema endocrino alterando nuestros niveles hormonales.
Otros muchos estudios demuestran que la acumulación de estas sustancias químicas tóxicas aumenta la probabilidad de padecer algunos tipos de cáncer, sobre todo en mujeres, ya que ellas utilizan con mayor frecuencia y cantidad estos productos.
También los adolescentes están en riesgo, así lo explicó Kim Harley, directora asociada del Centro de Investigación de Salud y Medio Ambiente de la Universidad de Berkeley.
“Según nuestro estudio, los adolescentes de hoy se han convertido en una población de sumo riesgo. Ya que ,debido a sus cambios hormonales y sus intereses por vivir y adaptarse a la vida adulta, nuestro estudio determina que se inician en el tratamiento cosmético a edad temprana y que llegan a utilizar más productos cosméticos por día que una mujer adulta”.
Una drástica reducción
Con un simple análisis de orina y tres días alejados de productos cosméticos químicos, las muestras de tres adolescentes presentaron una drástica caída de tóxicos en sangre.
Los parabenos cayeron entre un 44 – 45%, el ftalato de dietilo un 27%, y tanto el tricotan como la benzofenona un 36%.
Otro de los aspectos más llamativos de este experimento es que los sujetos de estudio, todos ellos adolescentes han participado en el diseño e implementación.
El objetivo era implicarles no solo en la realización de los análisis, sino convertirlos en agentes que contribuyan al mejoramiento de su salud y la de la comunidad.
“Tras comprender cómo inciden los químicos en su salud y cómo disminuyen si no se utilizan cosméticos, los participantes se encargaron de educar a otros amigos y miembros de la comunidad. Incluso presentaron la causa a los legisladores de Sacramento. De esta forma no solo realizamos una investigación científica sino que creamos conciencia social sobre este problema”.
Cómo reducir nuestros niveles de químicos tóxicos
En primer lugar, debemos comprobar las etiquetas de los productos cosméticos que poseemos o vamos a adquirir y determinar si incluyen en su composición ftalatos, parabenos, triclosán u oxibenzona. Y si es así, evitarlos.
También podemos optar por comprar productos naturales y orgánicos para nuestra higiene personal. Eso sí, deberemos de nuevo revisar todas las etiquetas y acudir a una marca reputada pues, como comprobarás, los términos “natural” y “orgánico” no siempre son utilizados correctamente.
Es cierto que los productos libres de químicos son por regla general más caros, por ello puedes considerar la posibilidad de hacer los tuyos en casa. Existen cientos de tutoriales con los que crear tus propios productos de higiene natural, algo que no solo es económico, sino que nos permite estar seguros al 100% de sus ingredientes.
Fuente: Ecoportal
Un trabajo liderado por el CSIC y realizado con la colaboración del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, publicado en la revista Environment International, demuestra que las mujeres embarazadas bioacumulan y pueden transmitir a sus fetos estos compuestos presentes en los productos de cuidado e higiene personal. Se necesitan más estudios para determinar sus efectos.
El trabajo demuestra que las mujeres embarazadas bioacumulan y pueden transmitir a sus fetos estos compuestos, presentes en muchos productos de cuidado personal.
Los parabenos (conservantes bactericidas y fungicidas) y los filtros UV (protectores solares) están presentes en numerosos productos, especialmente de higiene y cosmética. Estudios previos han constatado su dispersión en el medio ambiente: se han hallado residuos de ellos en muestras de agua, en sedimentos de río, en organismos (pájaros y peces, entre otros), en orina humana, esperma e incluso en leche materna.
Diversos estudios en animales han mostrado que estos compuestos son perturbadores hormonales, capaces de afectar al sistema endocrino y de causar infertilidad. Se ha asociado su presencia con una baja tasa de espermatozoides y, en el caso de las hembras, con desajustes del ciclo menstrual.
Ahora, un estudio dirigido por la científica del CSIC Silvia Díaz-Cruz, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA), y que cuenta con la colaboración del Hospital de Sant Joan de Déu, de Barcelona, demuestra que en la placenta humana también están presentes estos compuestos. Los resultados se acaban de publicar en la revista Environment International.
El trabajo se centra en los parabenos y en las benzofenonas, el principal grupo de filtros solares UV. Los investigadores destacan que de los diez compuestos analizados (cinco parabenos y cinco filtros UV), más de cuatro han sido hallados en todas las placentas, y hasta siete de ellos han sido detectados en una misma muestra. La presencia de estos compuestos, explica Silvia Diaz-Cruz, “es preocupante ya que durante el embarazo cualquier alteración hormonal puede ser altamente nociva tanto para la madre como para el desarrollo del feto”.
Es la primera vez que se estudia la presencia de algunos de estos compuestos en placentas humanas. “Sólo hay tres estudios previos como este en todo el mundo”, dicen los autores, y “algunos de los compuestos que hemos detectado ahora no los había encontrado nadie antes”. Por otro lado, el equipo del IDAEA-CSIC ya había demostrado que delfines hembras embarazadas bioacumulan y transmiten a sus fetos filtros solares. En aquel caso, los fetos presentaban niveles más altos de filtros solares que sus respectivas madres.
Resultados de los análisis
Los investigadores esperaban hallar niveles muy bajos o indetectables de estos compuestos. Sin embargo, explica Silvia Diaz-Cruz, “las concentraciones halladas superan en algún caso los 11 nanogramos por gramo, más de 500 veces el valor esperado (0, 02 nanogramos por gramo), correspondiente al límite de detección del método”. Sobre si es una cantidad excesiva o no, la investigadora puntualiza que “aún faltan estudios para delimitar niveles de riesgo”.
Actualmente, la Unión Europea sólo autoriza en productos cosméticos dos benzofenonas (filtros solares), las denominadas BP3 y BP4. Sin embargo, en las muestras han hallado otras benzofenonas que, explica Silvia Diaz-Cruz, “son resultado de la metabolización. Ello indica que estos compuestos y sus metabolitos no se excretan en su totalidad sino que se acumulan en los tejidos, con consecuencias aún desconocidas”.
El compuesto que se ha hallado más frecuentemente es el BP4, detectado en el 75% de las muestras, y del cual se pensaba que no se bioacumulaba en los tejidos. Todos los parabenos analizados se encontraron en casi el 100% de las placentas, siendo el metilparabeno, el más utilizado en la industria, el de mayor concentración.
Exposición y efectos
Los parabenos y los filtros solares entran en el organismo a través de los alimentos (agua y pescado), por absorción dérmica y por inhalación. Estudios epidemiológicos han asociado la presencia de parabenos en el organismo con alergias, obesidad y baja calidad del esperma, Por su parte, la presencia de benzofenonas está relacionada con la incidencia de endometriosis. Dos estudios recientes indican que un peso bajo en niñas y mayores peso y circunferencia craneal en niños están directamente relacionados con el contenido de benzofenonas en la orina materna.
“Sin embargo”, matiza Lourdes Ibáñez Toda, endocrinóloga pediatra del Hospital de Sant Joan de Déu, “en los estudios publicados, solamente se han encontrado asociaciones entre la presencia de estos productos y determinadas alteraciones. Se necesitan estudios longitudinales a largo plazo, con mayor número de pacientes, para determinar si la presencia de estos productos puede causar la aparición de patologías en la infancia y en la edad adulta”.
Los parabenos se utilizan ampliamente como conservantes en cosméticos, medicamentos, alimentos y bebidas. Según expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial para la Salud (OMS), ingerimos 76 miligramos al día de parabenos a través de los alimentos, medicamentos y el uso de productos de higiene y cosméticos. Esta cantidad puede parecer elevada, pero está por debajo del valor máximo establecido, 10 miligramos al día y por kilo de peso corporal (unos 500 miligramos para una persona de 50 kilos).
Los filtros solares UV son aditivos casi omnipresentes en los productos de cuidado e higiene personal. También se utilizan en envases de bebidas y alimentos, componentes de coches, ropa o material fotográfico, entre otros, para proteger los materiales del amarilleamiento y otros procesos de degradación causados por la luz solar.
Artículo de referencia:
First assessment of prenatal exposure to Benzophenone-4 and Benzylparaben: placenta analysis from women exposed to UV filters and parabens. Jennifer Valle-Sistac, Daniel Molins-Delgado, Marta Díaz, Lourdes Ibáñez, Damià Barceló, M. Silvia Díaz-Cruz. Environment International 88C (2016) 243-249. http://dx.doi.org/10.1016/j.envint.2015.12.034
Fuente: Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Ministerio de economia y competitividad, Gobierno de España
Los tintes, champús o mascarillas convencionales están llenos de sustancias químicas nocivas para el cabello y para la salud
Es importante lavarse el cabello cada tres dias con productos naturales sin químicos (GTRES)
Si damos la vuelta al envase de nuestro champú habitual y leemos su composición podremos comprobar la gran cantidad de números, letras y palabras en inglés que se corresponden con elementos químicos. Uno de los compuestos que seguramente podremos observar, tanto en nuestro champú como en el gel o la espuma, es el “Sodium Laureth Sulfate”.
El Lauril sulfato de sodio es la sustancia que se integra en los productos de higiene y belleza para hacer espuma al tener contacto con el agua. Esta sustancia elimina la grasa que se acumula en el cuerpo, pero también destruye los lípidos naturales que nuestra piel genera para defenderse de forma natural, por lo que es irritante para la piel humana. Así, muchos problemas de sequedad, irritación del cuero cabelludo y caspa están causados por el uso continuado de este producto. Además, el Lauril sulfato de sodio penetra por el cuero cabelludo y puede ser perjudicial para algunos órganos vitales.
No hace falta llenarnos de químicos el cabello para lucir una melena sana, más bien todo lo contrario, solo hace falta tener en cuenta algunos hábitos saludables.
Champú con menos espuma
El champú es uno de los productos cosméticos que más cantidad de sustancias tóxicas lleva. Aunque no se consiga tanta espuma, es aconsejable cambiar a un champú natural, que se puede adquirir en cualquier tienda de productos ecológicos, herbolario o en alguna tienda online de cosmética ecológica.
También es importante tener en cuenta que no es aconsejable lavarse cada día el cabello. Lo ideal seria cada 3 días durante 6 minutos ( 3 para el lavado y 3 para el aclarado) con un champú neutro y natural.
El acondicionador es igual de perjudicial. Para eliminar su uso y seguir teniendo un cabello sedoso y desenredado se puede escoger un aceite. Por ejemplo el aceite de coco virgen penetra en la fibra del cabello y lo suaviza además de fortalecerlo. El aceite de aguacate tiene un 15% de contenido graso y por lo tanto es súper hidratante.
El tinte, el gran enemigo
El producto de belleza estrella en cantidad de químicos en su composición es el tinte. Entre la multitud de sustancias nocivas que encontramos en los tintes cabe destacar las anilinas. Esta sustancia penetra en el torrente sanguíneo aumentando las probabilidades de contraer cáncer de vejiga a lo largo de los años. Los tintes que las llevan en mayor cantidad son los de colores oscuros.
Mujer con el cabello teñido de rubio en una peluquería (Mané Espinosa - Mané Espinosa)
Los tintes con base de pigmentos naturales como la henna son la mejor opción para cuidar el cabello si se desea un color parecido o subir a un tono más oscuro. La henna se deposita en la capa externa del cabello sin penetrar en ésta, ya que se suma al tono de la base del cabello sin variarlo y el color es temporal.
En tiendas de productos ecológicos también se puede comprar tintes con extractos vegetales que no contienen los químicos nocivos de los tintes convencionales.
Menos es más
Cuantos menos productos usemos y menos cosas le hagamos al pelo, más saludable permanecerá con el paso del tiempo. Cualquier tipo de peinado, aunque sea una coleta, debilita el cabello. Es mejor ir con el pelo suelto el mayor tiempo posible. El secador o la plancha queman el cabello, es aconsejable hacerlo solo de tanto en cuando. La gominas, ceras y espumas también son productos altamente nocivos para el pelo llenos de químicos.
Para tener una melena sana hay que recordar que tenemos que recortarla de vez en cuando, usar productos naturales que aporten vitaminas y nutrientes, dormir bien y seguir una dieta equilibrada.
Alerta! Químicos a evitar
Esta es la larga lista de compuestos químicos que se encuentran en los productos de belleza habituales y que tendríamos que evitar por ser nocivos para nuestro pelo, piel y la salud en general. Alcohol cuando está listado entre los cuatro primeros ingredientes, lauril sulfato de amonio (ASL), dietanolamina (DEA), dimeticona, formaldehído, lanolina, aceite mineral, parabenos como el metilparabeno o el propilparabeno, petróleo, glicol de polietileno (también llamado PEG/polietileno de, o polyoxyethelyne), glicol de propileno, cloruro de sodio, lauril éter sulfato de sodio (SELS), lauril sulfato de sodio (SLS), colores sintéticos (enumerados a menudo como FD&C o D&C, seguido de un color y número), fragancia sintética o perfume, y trietanolamina (TEA).
Fuente: www.lavanguardia.com 18/02/2016
Link a lista de Lista de ingredientes peligrosos